Luis Eduardo Campero salió de Santa Rosa de Leales con destino a Catamarca el jueves junto a su hermano Daniel y a Darío Jerez. Luis tiene apenas siete años y ya caminó más de 70 kilómetros impulsado por la fe que tiene en María. Ayer, la lluvia lo empapó como al resto de los peregrinos que le van a rendir culto a la Virgen. Sin embargo, siguió adelante. Los cientos de fieles que recorren la ruta 38 aseguraron que nada los puede detener en su afán por llegar a Catamarca. Afirmaron que el bienestar espiritual que sienten cuando terminan la peregrinación justifica el enorme esfuerzo que deben realizar.